martes, 9 de noviembre de 2010

Tiempos Oscuros

Imaginad si son oscuros que estoy escribiendo a las 12:50... del mediodía. Han pasado ya unos tres años desde que comenzó la segunda Gran Depresión. Tres años llenos de incertidumbre, recortes, inflación, dudas, desconfianza, reducciones, cierres y oscuridad. Nuestros padres han vivido otras crisis como ésta, pero no tan largas y profundas. Sólo mis abuelos vivieron la del 29 y casi con mi misma edad. Ahora me haría falta sus historias y consejos... cómo ellos sobrevivieron en una España tercermundista y en plena depresión. Y creo que ya sé la respuesta: Estaban hechos de otra madera, mucho más resistente, trabajadora y fuerte que nuestras generaciones actuales, hartadas de caprichos, moda, televisión basura y deseos de fama y riqueza fácil. No creo que las generaciones venideras (llamadas generaciones "nini", ni estudian ni trabajan), nos vayan a sacar de esta espiral descendente de decadencia.
A ver, que me voy por las ramas. Yo había venido aquí para auto-alentarme un poco. Que ya me canso de tanto pesismismo. Quiero que esto sea un reflejo de la situación actual para que dentro de unos años pueda volver a leerlo y diga: pues tampoco fue para tanto.
Me he puesto a pensar y he hecho un símil de la crisis con el vuelo de un avión. Más concretamente con la maniobra que se tiene que realizar para sacar un avión en pérdida de ese descenso sin control.
Primero simplificaré la crisis de forma pictórica: Desde mediados de los 90 la economía subía exponencialmente, pero no de forma correcta y sana. Había dinero, pero sin sustento detrás. Esta situación se mantuvo durante años hasta que en el 2007, la economía empezó a perder altura y a descender en picado hasta hoy.
De la misma manera, un avión puede subir simplemente actuando los controles para que lo haga, pero sin darle potencia es un ascenso que no podrá durar, porque alcanzado un determinado ángulo de morro arriba, el ala perderá la sustentación y entrará en pérdida descendiendo. La similitud es muy acertada. El 2007 es el momento en el que la economía entró en pérdida.
Y entonces, ¿Qué se hace para que el avión deje de caer? Instintivamente, lo que cualquier persona haría sería tirar del mando hacia atrás para intentar volver a subir, pero eso sólo haría que la pérdida fuera más pronunciada. La acción a seguir es picar el avión hacia abajo, ganar velocidad y aplicar potencia para a continuación nivelar el avión y dejar de perder altitud. Una vez estabilizado, se puede continuar el ascenso, pero siempre aplicando potencia y sin rebasar el ángulo de morro arriba máximo.
Creo que la explicación está de más, pero aún así resaltaré que siento que estamos picando la economía para ganar velocidad, volver a restaurar el flujo de aire en el ala y poder así dejar de caer saneando las subidas y proceder a un desarrollo sostenible, equilibrado y racional.

domingo, 11 de julio de 2010

¿Crisis?¿Qué crisis?

En una ocasión un buen amigo me comentó acerca de cierto individuo pronunciando esa frase haciendo una clara alusión a que la crisis no le afectaba ya que poseía una empresa de marketing y que al haber jugado tan bien sus cartas, tenía en su poder grandes cantidades de dinero. Lo que este "genio" de la economía no tuvo, ni tiene, ni tendrá en cuenta son los mecanismos macroeconómicos que se van a activar en el mercado; y que harán que cuando vuelva a fanfarronear la situación sea algo así: ¿Crisis? ¿Qué...? (Sonido de bofetada realista).
Me explico. El sistema capitalista no funciona, esto ha quedado demostrado por la evidencia. Cuanta más libertad le das al mercado, más avaricioso y ruín se vuelve. Y desde luego, ¿cómo va a funcionar un sistema económico basado en la deuda? La deuda es dinero que todavía no se tiene, pero sin embargo, puedes hacer negocios con él. A su vez, estos negocios siguen basados en la deuda y tus acreedores continuarán haciendo a su vez negocios que vuelven a generar deuda. En el momento en que el sujeto final de esta absurda cadena requiere ver el dinero, se produce el curioso efecto infantil del "yo no he sido, ha sido él", que se va transmitiendo de eslabón a eslabón hasta llegar al originador de la deuda: el primero que pidió un préstamo; y que obviamente, no puede pagar los intereses que debe, y otra vez esta ola de inviabilidad recorre la cadena hasta llegar de nuevo al último "pringao" que se da cuenta que todo el dinero que había ganado con sus negocios es ficticio porque es deuda.
Y entonces, ¿qué son los mecanismos macroeconómicos que iban a hacer que el anteriormente mencionado fanfarrón volviera a una cruda y desoladora realidad? Pues bien, os voy a contar una historia.
En Europa, un país está perdiendo dinero, (En parte debido a la estúpida cadena deudora que os acabo de comentar) pero el Banco Central Europeo le dice: No te preocupes, ahora mismo te imprimo unos billetitos y problema solucionado. ¿Qué ideal, no? Si no tengo dinero, me lo pinto. El dinero ya no está basado en la cantidad de oro de un país si no que se convierte en un ente tan abstracto y oscuro como si de los números imaginarios que las matemáticas crearon se tratara.
Imaginaos esta situación a pequeña escala entre un grupo de amigos: Pepe tiene 5 en oro, Juan 6 y Alberto 10. Es entonces cuando Pepe pierde todo, pero Alberto (Banco Central Europeo) le dice: Yo te imprimo unos papelitos que digan que tú tienes 5 otra vez. Para Pepe está todo aparentemente solucionado, pero claro, Juan tiene dudas de si invertir en Pepe, porque no sabe quién le devolverá lo equivalente en oro que pueda llegar a ganar en forma de papelitos. Así Juan decide que su moneda será mayor que los papelitos de Pepe y esta diferencia irá aumentando cuanto más tiempo pase haciendo que los papelitos de Pepe valgan cada vez menos comparados con el oro real. Esto se llama inflación. Volviendo al modelo real, (podemos ver como el Euro está bajando) esto hará que en unos años una barra de pan nos cueste 3 euros mientras que los sueldos seguirán al mismo nivel, haciendo perder a toda la población poder adquisitivo de forma escandalosa. Y no os engañéis, es justamente lo que pasa en la mayoría de países de África.
Bien, cuando el dueño de la empresa de marketing se dé cuenta, primero, que muchas de sus ganancias son deuda, segundo, de que el euro (o dólar, que esto mismo pasa en EEUU) no vale nada, y de que además la gente no tendrá poder adquisitivo para comprar ninguna tontería de las que su empresa de marqueting vende, cuando se vuelva a preguntar: ¿Crisis? ¿Qué crisis? Yo le contestaré: Ésta CRISIS.