miércoles, 13 de junio de 2007

Pasos

Son las 3:00 de la mañana... acabo de venir del piso de unos amigos, que hoy era el cumpleaños de uno de ellos. Al volver, me he envuelto de nuevo en el atractivo silencio nocturno. Nada que oír excepto mis pasos resonando contra la acera, nada que oír excepto mi corazón latiendo en mi pecho, nada que oír excepto mis pensamientos; a veces absurdos, a veces demasiado reales, a veces contruyendo castillos en el aire que se desmoronan con la brisa de la noche.
Al mirar al cielo, una estrella. La única estrella que brilla esta solitaria noche, ni siquiera mi amada luna está ahí para contemplar mis solitarios pasos. Un perro protesta por su ausencia, está lejano, pero ya tenemos algo en común. Hasta la luna nos traiciona.
Al llegar a mi destino, me paro en medio de la nada, respiro profundo y miro al cielo. Todavía está ahí esa maldita estrella solitaria, burlándose de mi.
Hoy me he sentido solo, no sólo en la noche, todo el día rodeado de gente, y sin embargo, sintiéndome tan sólo como ese astro que brilla en el cielo y me mira.

Sergio.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

"a veces aunque tengas gente a tu alrededor te sientes solo"

pero tu sabes que no lo estas oi?! a todo el mundo le sucede esto de vez en cuando...

un beso

Sílvia

The_Joker dijo...

Gracias Sílvia, sé que no estoy sólo, pero como dices, hay veces que nos sentimos así, a pesar de estar rodeados de gente. Un beso:

Sergio.

Anónimo dijo...

Saludos literato,

Tu bien no sabes quien soy yo, pero bien debo decir que tampoco se yo quien eres tu.

Des de mi punto de vista, la soledad es el egoísmo que tenemos todo ser humano hacia la sociedad que nos rodea hoy en día.

Es un momento que nosotros mismos buscamos para desconectar con el extrarradio, son instantes para nuestros pensamientos; es el retumbar infinito de nuestras reflexiones.

La constante desconexión es voluntaria, eso es lo positivo de la soledad.


"La soledad es la mejor nodriza de la sabiduría"

Caronte dijo...

Todos nos sentimos solos. Quizá, sólo quizá, nos ayude el pensar que a pocos números de nosotros siempre hay un hombro amigo en que apoyarse.

Pero a veces, sólo a veces, ni siquiera el hombro más cómodo del mundo parece ser un buen sitio donde reposar la cabeza.

Muy bueno, nano.

Jotha.
;)