3:40 a.m., vengo de una salida nocturna por algunos bares y pubs. Esta noche he querido experimentar con las relaciones humanas, además de practicar mis "habilidades sociales". He podido comprobar, y esta es mi reflexión, que las mujeres son altamente emocionales; es decir, en determinados momentos, como en una relación social, se guían por sus emociones y no por la lógica de la razón. Esta noche he podido experimentar con esa reacción, he provocado ciertas emociones (a menudo contradictorias) en algunas chicas y he observado como reaccionan. A menudo son conscientes de que no les conviene seguir hablando conmigo debido a mis intenciones, digamos "reproductivas", pero he sido capaz de provocar emociones de intriga e interés por conocerme, y, aunque algunas, efectivamente han escapado, otras se han quedado conmigo hablando y luchando con su contradicción.
En un caso he querido comprobar el resultado de la combinación entre risa y vergüenza. Esta misma noche, mientras hablaba con una tal Núria, a través de historietas y chistes he conseguido que empezara a reír cómodamente, y cuando más relajada estaba, he gritado con todas mis fuezas en medio del local: ¡Pero no hagas eso, que es malo!, todo el local se ha girado para ver qué pasaba, ella, al principio sorprendida, ha bajado la cabeza y se ha puesto roja, avergonzada por todo el mundo mirándola; luego, soltaba pequeñas carcajadas a la vez que me preguntaba: ¿Tu estás bien?¿Por qué coño has hecho eso?. También he comprobado que la fascinación y un cierto malestar juntos son altamente efectivos, creados por un juego de magia y un "te ignoro por completo durante 3 minutos" respectivamente.
Me encanta. Desde hace unas cuantas semanas soy capaz de provocar emociones a mi antojo y hacer juego con ello. The Game has begun.
1 comentario:
Me impresiona mucho tu manera de escribir, en serio es un placer haber me encontrado con tu blog.
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